LENGUAJE INTEGRAL: KENNETH GOODMAN

Es una nueva perspectiva de la educación, un nuevo enfoque que se está desarrollando, a pesar que lleva varios años difundiéndose en varios países.
Luego de varias experiencias, se ha notado que los niños, en muy poco tiempo aprenden a hablar bien su lengua materna, sin una enseñanza formal.
Después llegan al colegio y muchos parecen tener dificultades en el aprendizaje del lenguaje, especialmente del lenguaje escrito.
¿Por qué sucede esto?
Porque por querer hacerlo más sencillo, se ha dividido el lenguaje natural en fragmentos de tamaño de bocadillo, pequeños, pero abstractos. Como parecia lógico pensar que los niños aprenderían mejor «cositas sencillas», se ha desarmado el lenguaje y se lo ha convertido en palabras, sílabas y sonidos aislados.
Desafortunadamente, también se ha desechado su propósito natural (la comunicación del significado) y se lo ha convertido (al lenguaje) en una serie de abstracciones, sin relación con las necesidades y experiencias de los niños a quienes se pretende ayudar.
Los niños aprenden el lenguaje oral en sus hogares, sin que nadie lo divida en fragmentos pequeños.
Lo aprenden cuando lo necesitan para expresarse y entienden lo que dicen los otros, siempre que estén con personas que utilicen el lenguaje con sentido y con un propósito determinado. Esto es lo que muchos docentes aprenden constantemente de los niños: aprenden a mantener el lenguaje integrado y a usarlo funcionalmente, tal como se hace fuera de la escuela, con el propósito de satisfacer sus propias necesidades.
Este descubrimiento tan básico y sencillo, conduce a cambios muy profundos y conmocionantes: se invita a los niños a hablar de las cosas que necesitan entender, se les enseña que está bien preguntar, responder, hipotetizar y se les sugiere que escriban acerca de lo que les sucede para que puedan analizar sus experiencias y compartirlas con otros, se los estimula a leer para informarse, para poder manejar la palabra impresa que se encuentra en su entorno y para poder disfrutar de una buena historia.
De este modo, se puede trabajar con los niños, respetando su crecimiento.
El aprendizaje se vuelve tan fácil en el aula como lo es fuera de ella, y es más interesante, más estimulante y divertido.
Los programas de «Lenguaje Integral» incluyen todo: lenguaje, escritura, contexto, alumnos y docentes.